#ElPerúQueQueremos

Te lo pedimos, Señor

A escasas horas del encuentro ante Argentina, todos, absolutamente todos, somos Perú.

Por: José Alberto Silva

Twitter: @JoseAlbertoS18

Publicado: 2017-10-04

En alguna Iglesia de la capital, un joven, vestido totalmente de negro, se aproxima sigilosamente al púlpito y se dispone a leer una peculiar petición. No pierde la seriedad en ningún instante. La súplica denota demasiada responsabilidad. "Señor, te pedimos por nuestra selección peruana de fútbol. Para que los cuides y protejas en estos dos últimos partidos definitorios para el Mundial. Roguemos al señor”, expresó ante la inexplicable carcajada de los fieles.

El inusual suceso fue grabado e inmediatamente el vídeo se convirtió en viral. Pero, vamos, por qué la risa. Estamos hablando de la posibilidad más latente, después de Francia 98, de asistir a un Mundial. Posiblemente nos encontremos ante el final de un maleficio de 35 años de frustraciones y promesas sin cumplir. Por ello, aquel pedido se convierte, indudablemente, en el deseo ferviente de toda una nación. La esperanza gloriosa de una generación, como la mía, postergada de alegrías.

A escasas horas del encuentro ante Argentina, ya no interesa si crees en alguna divinidad o no. Mucho menos si realmente te apasiona o no el fútbol. O si creíste desde un inicio o no en el plantel de Gareca. Igual estás invitado a subirte al coche del triunfalismo pese a tu osadía. Al diablo con estas diferencias absurdas. Todos, absolutamente todos, somos Perú.

También deberíamos olvidarnos del peso de la historia y los benditos goles de “Cachito” Ramírez que cierta prensa repite hasta el hartazgo en señal abierta. Sí, alguna vez dejaron a la albiceleste fuera de México 70 y, coincidentemente, fue en el mismo escenario donde se disputará el partido del jueves. Pero, esta vez, la trama es otra. Ni Messi es actualmente el mejor jugador del mundo ni la mítica Bombonera es capaz de doblegar el coraje de nuestros guerreros. Seremos once contra once. Y nada más.

Perú, después de décadas, depende de sí mismo. Primero Argentina y luego, de locales, ante Colombia. Apenas dos encuentros y conoceremos nuestro destino. Pero debemos guardar la calma. Respiremos profundamente. Ambos encuentros son determinantes, pero el más crucial, en donde nos jugamos la clasificación, será contra Colombia en el Estadio Nacional.

En el caso de caer ante los dirigidos por Sampaoli (esperemos que alguna divinidad no lo desee), las chances se mantendrían intactas. Solo necesitamos creer y, por qué no, rezar. Continuemos alentando. El sueño anhelado, es cierto, podría terminar en pesadilla. Sin embargo, debemos seguir creyendo a ciegas en el pundonor del plantel de Gareca. Y si no se logra, por caprichos del destino, igual habremos muerto de pie. Aunque, confiemos, en que esta posibilidad no se dé. Te lo pedimos, Señor.


Escrito por

José Alberto Silva

Periodista informal. Amante de la cerveza y la lectura. Ferviente apasionado del fútbol. Intolerante al Ceviche.


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