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El último Barca vs Rayo generó un nuevo debate sobre las formas para alcanzar el resultado. |FOTO: sport.es

Historias distintas, desenlaces repetidos.

Sobre los análisis prefabricados en el fútbol.

Autor: Diego Alonso Sáenz Sialer

Twitter: @adictoalatrama

Publicado: 2015-10-21

Fútbol Club Barcelona Vs. Rayo Vallecano. El fin de semana nos regaló uno de esos partidos valiosos para el análisis, de los que motivan el debate futbolístico y despiertan pasiones directamente relacionadas a la manera de interpretar, vivir y sentir el juego. 

El resultado terminó siendo favorable al conjunto azulgrana por 5 goles contra 2. Sin embargo, el encuentro tuvo muchas variables dentro de un tramite que, pese a lo que indica el marcador, no resultó sencillo para los dirigidos por Luis Enrique.

Pese a ello, la discusión principal luego del partido se centró en la figura de Paco Jémez y en la validez de su propuesta a la hora de enfrentar a los equipos grandes de la Liga, específicamente al Barça. 

Mientras unos se deshacían en elogios hacia la valentía desplegada por el Rayo, otros optaron por criticar los continuos errores de concepto en la propuesta de un equipo que, año tras año, repite resultados adversos y marcadores abultados frente a los grandes.

45 goles en contra y tan solo 4 a favor es el saldo negativo que arrojan para el Rayo los últimos 10 enfrentamientos frente al Barcelona, datos nada favorables. Sin embargo, si bien la cifra marca una tendencia, esta no representa un resumen contextual de cada uno de esos 10 partidos. 

Las estadísticas no constituyen un análisis por si solas, sino una referencia para evaluar el tramite del partido. Por tanto, en lo que al juego del sábado concierne, el hecho de que el Rayo haya tenido el 56% de posesión y haya rematado 22 veces en el Camp Nou tampoco representa un indicativo absoluto del nivel de eficiencia en el juego del conjunto madrileño. 

Ambos equipos cometieron muchos errores colectivos e individuales a la hora de replegar defensivamente, hecho que generó que los ataques superaran a las defensas. La gran diferencia estuvo en la capacidad individual de uno y otro equipo para traducir su eficiencia ofensiva en eficacia de cara al gol.

Mientras Claudio Bravo apareció de forma monumental en el momento más complicado del partido para su equipo, poco pudo hacer Toño ante Neymar y Luis Suárez quienes facturaron en goles 5 de los 8 remates a puerta del Barça. Es ahí donde entra a tallar el factor de la capacidad individual, una variable que marca diferencia en el rubro de los detalles que definen partidos o, como en este caso transforman un tramite disputado en una goleada.  

Con esto no se intenta menospreciar la capacidad de los jugadores del Rayo Vallecano. Todo lo contrario, se necesita de calidad, y mucha, para discutirle el trámite de los partidos a los mejores equipos de una liga dispar en lo que a capacidad de recursos, futbolísticos y económicos, respecta.

Esto habla muy bien de la capacidad de Jémez para potenciar los recursos de su equipo pero instala también las siguientes  interrogantes:

¿Ha alcanzado el Rayo de Jémez el pico de su rendimiento o es capaz el técnico canario de seguir mejorando la expresión colectiva de su equipo pese a que cada año debe reestructurar el plantel debido a la enorme cantidad de altas y bajas?

¿Debe el DT priorizar el objetivo puntual en los partidos frente a los grandes, resignando el modelo para jugar a otra cosa, o los utiliza como banco de pruebas para mejorar su ejecución en el resto de la liga pensando en el objetivo general? 

Este video de la preparación del partido ante el Barcelona puede ayudarnos a sacar nuestras propias conclusiones.

El único que tiene la respuesta es el propio Jémez, pero algún mérito tendrá para dejar al equipo 8º, 11º y 12º en las tres últimas campañas y de la manera en que lo logra. Considerando además la reingienería constante de plantilla a la que obligan los buenos rendimientos de los futbolistas y la realidad económica de un club como el Rayo Vallecano. 

La pasada campaña el club de Vallecas se aseguró la permanencia 6 jornadas antes de la finalización del campeonato. Una realidad que parece quedar eclipsada por el hecho de no poder vencer al Barcelona o Real Madrid. 

La estandarización del análisis.

Vemos pues que analizar un partido de fútbol va más allá de etiquetar a un equipo como "valiente" o "conservador" basándonos en su porcentaje de tenencia del balón o nuestra posición particular frente a una determinada manera de jugar, se trata de explicar el desarrollo de las acciones en el campo tomando como referencia los comportamientos tácticos de los equipos para encontrar en ellos las causas de los rendimientos durante un partido. 

Es evaluar las maneras en que las intenciones de juego se traducen en acciones y como estas afectan la dinámica del partido. Es determinar las situaciones (un gol, una lesión, un cambio, una expulsión, etc.) que condicionan las conductas, toma de decisiones y rendimientos de los protagonistas, tanto desde el plano colectivo como individual . 

No obstante, se suelen utilizar conceptos estandarizados para evaluar a equipos que responden a modelos de juego distintos dentro de un contexto particular. Un claro ejemplo de ello es el famoso "equilibrio", atributo usualmente utilizado para evaluar negativamente a aquellos equipos que apuestan por el ataque asumiendo riesgos en su zona defensiva.  

¿Pero qué ocurre con el análisis hacia aquellos equipos que priorizan su rendimiento defensivo en detrimento de su desenvolvimiento en ataque? ¿Nos los hace semejante postura igual de desequilibrados?

Si por equilibrio entendemos la variable que indica que dos fuerzas (ataque - defensa) están en situación de igualdad entonces es valido preguntar ¿existe realmente?

"Lo que equilibra el juego es la pelota. Pierde muchas y serás un equipo desequilibrado. Pierde pocas y serás todo equilibrio"                                                                                                                        Johan Cruyff

El fútbol es un juego de continuidad en el que las acciones se suceden dentro de un determinado entorno, el partido que se juega, por tanto resulta utópico pensar en un atributo que constituya una constante obligatoria en el desarrollo del mismo.  Lo lógico es que cuando ataque asuma riesgos y que al defender priorice las acciones defensivas por por sobre las ofensivas.

"La calidad del ataque condiciona notablemente la calidad defensiva. Cuanto mejor se ataca, menos y mejor se defiende. Menos y mejor. Dicho lo mismo en otro orden: Cuanto mejor se defiende, más y mejor se ataca. Cuanto más se defiende, menos y peor se ataca".
                                                                                                                           Rodrigo Zacheo

La línea entre el reduccionismo y la generalización suele ser difícil de recorrer. El problema no está en la evaluación  y el posterior juicio crítico, está en que luego de cada resultado volvemos a los preconceptos y a los análisis prefabricados. 

"El equilibrio, el orden, la intensidad, etc. Son términos contextuales, no absolutos. Tampoco son extrapolables de igual manera a todo equipo o contexto. 'no han sido intensos', se oye sobre el equipo que ha tenido el 75% de posesión cuando su rival lanzaba en largo cada vez que la recuperaba. A ver quién es el intenso que presiona lo que va por el aire.
'Equipo ordenado, porque nunca se parte'. Si un equipo 'no se parte', genera 2 situaciones de gol pero le generan 5 y no optimiza las potencialidades de sus futbolistas. ¿Está ordenado? Mi cuarto para mi madre es un desorden. Pero yo encuentro lo que necesito. Me siento cómodo, es mi orden".

        Haritz Aranburu

Los atributos constantes son un requisito utópico, una variable inaplicable en la ejecución del modelo de juego. Sin embargo, esto no quiere decir que conceptos como el equilibrio, el orden y la intensidad dejen de estar presentes a la hora de delinear, potenciar y/o corregir nuestros conceptos en relación al modelo como tal.

Perder es lo normal.

El fútbol es un deporte de probabilidades en el que jugar bien implica tanto atacar eficientemente para aumentar nuestras chances de triunfo, como defender de la mejor manera posible con el objetivo de reducir las opciones del contrario.  De ahí que la metodología ocupe un lugar fundamental dentro de un deporte en el que la línea que divide el éxito y el fracaso es tan relativa. 

“La filosofía que compartimos Guardiola y yo está basada en el estructuralismo, tomando en cuenta las necesidades del juego y del jugador. Los conceptos de técnica, táctica, preparación física, ataque, defensa, en realidad están difuminados, se utilizan porque el ser humano quiere vivir con certezas en un mundo incierto, con control en un mundo incontrolable, pero nosotros no nos basamos en eso sino más bien en un todo. Por eso no se sabe mucho realmente de lo que sucede en el Barcelona. Por ejemplo, siempre se decía que porque un jugador hacía bien esto había que ponerlo con un jugador que hacía bien lo otro. Pero eso no tiene sentido, porque estás disociando, no asociando. Por eso funcionan bien juntos Xavi, Iniesta y Cesc”. Es muy difícil que vayas a ver jugar a un equipo de base del Barça donde no veas que los jugadores controlen la pelota con la pierna más alejada del pase. Ese hecho que parece pequeño genera un efecto mariposa muy grande, porque si la gente recibe con ese pie, se necesitan menos toques para repartir el balón y con ello se tiene más visión para interpretar mejor el juego. Los triunfos no reivindican la filosofía del equipo. Yo creo que eso lo decimos después de haber sabido como acabaron las cosas. Pep podría estar haciendo lo mismo y perdiendo. Si Michael Essien hubiera despejado bien en Stanford Bridge, no se gana la Champions de 2009 y tal vez no existe ese Barça. El azar juega un papel inmenso. Lo importante no son los resultados, sino el proceso, y es por ese proceso por el que hay que juzgar el trabajo de un entrenador”. 
                                                                                       
Juan Manuel Lillo

Vivimos en una época que ha reducido el significado de éxito a la consecución de títulos. ¿Qué pensarán los hinchas del del Rayo Vallecano, del Sassuolo o del Mainz sobre el éxito? ¿No es acaso el quedarse en primera? ¿Representa lo mismo jugar la Europa League para el Manchester United que para el Swansea? Es por ello que la evaluación  debe ser acorde a las realidades y objetivos de cada club.

El primer paso para evitar la estandarización es entender el juego como un todo interrelacionado . Evaluar a cada equipo en base a sus atributos de juego particulares, la metodología de su técnico, el rival que tiene al frente y el contexto desde el cual intenta ejecutarlo en el terreno de juego. Ojo al detalle, no el del partido anterior, tampoco el del próximo. 

Por ello, estimado lector, la próxima vez que le digan que determinado equipo "jugó al contragolpe" haga el ejercicio de preguntarse si esta afirmación responde a un modelo determinado o a situaciones puntuales del juego. Si alguien intenta convencerlo de que un equipo se adaptó al rival, permítase dudar. Puede que se haya adaptado al contexto del partido. Y si alguien afirma que un equipo fue "dominador " dese el trabajo de revisar en qué segmentos del juego y por qué razones.

O simplemente ignore estas recomendaciones y dedíquese a disfrutar las distintas alternativas que el partido le ofrece.  Ya sea un gol luego de 35 pases, una contra mortal o una salvada en la línea tras un tiro de esquina en el último minuto. 

Déjese emocionar por el juego y su versatilidad, recuerde que está ante un momento único e irrepetible. ¿Subirse al tren y disfrutar el viaje o limitarse a verlo pasar? He ahí la cuestión. Eso sí, sin importar la decisión que tome. Recuerde siempre que, en un juego en el que todos quieren ganar, perder es lo normal.

Enlaces de Interés:

"Neymar oscurece al Rayo", por Daniel Cana - Perarnau Magazine
"Paco el valiente", por Cristóbal Rojas - Para qué se juega al fútbol


Escrito por

Diego Alonso Sáenz Sialer

Comunicador: Publicidad y periodismo. Idealista en @panzerismo y columnista editorial en @paraquesejuega. Mi opinión es simplemente eso.


Publicado en

Para qué se juega al fútbol

Porque el fútbol es un juego con el que se puede ganar dinero. Pero para ganar dinero tiene que ser juego. Si no se disfruta no es juego.