De pronto empiezas a recordar a aquellos llamados "equipos chicos" que supieron vivir como grandes, recuerdas sus faenas históricas, nombras jugador posición por posición y la emoción empieza a desbordar tu rostro. Buscas al amigo fanático que sabes completara el once ideal de aquel equipo que en algún partido de Play Station te animaste a usar, y sobre todo a gritar sus goles como si llevaras tatuado el escudo en el pecho. Nostalgia de todos aquellos que en algún momento nos sentimos parte de otra hinchada, de saber de memoria la formación, pelearte por TV cuando no ponían a la estrella del equipo y celebrar como nunca cuando se le ganaba al más grande. Pero por sobre todas las cosas, siempre recordar que por un corto tiempo sufrimos, gozamos y vivimos la piel de otra hinchada que nos acogió con los brazos abiertos al otro lado del mundo.

Arnulfo valentierra la gran figura de aquel caldas - google img

"un PAÍS tricolor vestido de blanco"

El fútbol como todo deporte es universal, en cada rincón se vive de distintas formas pero bajo una misma pasión. Sin embargo, existe un continente que siempre vino desde abajo, que sabe crecerse ante las adversidades y en el cual el fútbol como es una religión más. Sudamérica querida no podía quedar afuera en este espacio del recuerdo, hoy nos pintamos de blanco colombiano.

La Copa Libertadores es después del mundial y de la ostentosa Champions League la competición más importante que conocemos, aquí se han vivido más que historias con balón, pues es un torneo que ha forjado su historia a base de fútbol, sudor y lagrimas. Es el escalón más grande para todos los equipos de nuestro continente, aquellos que buscan ser reyes de América para luego serlo del mundo. No cualquier equipo puede levantar tremenda copa, esta pesa y cuando lo decimos no hacemos referencia a los kilos. Hablamos de jugar en el llano, en la altura, en el calor y en el frio, todo en un solo torneo. Para esto se necesita un plantel comprometido y confiado para ir a Brasil, jugar en esas canchas gigantes y salir victorioso, hay que tener el pecho bien grande para recibir todo el calor de una hinchada sudamericana y jugar como si estuvieras en tu casa. En pocas palabras hay que tener pasta de campeón.

La Libertadores de 2004 no se trató de una versión más del torneo, la cuadragésima quinta edición del torneo tenía una sorpresa guardada para toda una ciudad y para todo un continente. Si lineas atrás dijimos que hoy nos pintábamos de blanco era porque hace 10 años el Once Caldas de Colombia hizo historia al terminar con la supremacía xeneize del Boca Juniors del "virrey" Carlos Bianchi.

Todo empezaría con un Once Caldas ubicado en el Grupo 2 de la Libertadores junto a Maracaibo, Fénix y Vélez Sarfield. Los albos tuvieron un excelente desempeño clasificando primeros de su grupo con un total de 13 puntos y dejando fuera de los Octavos de final a Vélez de Argentina.

Para este humilde equipo colombiano el superar la fase de grupos ya era un gran paso en su historia, pero esto solo recién estaba empezando. En la siguiente fase se toparía con el Barcelona de Ecuador, siendo este uno de los cruces más difíciles (0-0 en la ida y 1-1 en la vuelta en Manizales). Todo se definió por la vía de los penales donde el Caldas continuó su avance en la Copa.

En cuartos de final aparecería la estrella máxima de los albos, zurdo como la mayoría de cracks, Arnulfo Valentierra puso el empate histórico frente al gigante Santos (un equipo que contaba con jóvenes figuras como Robinho, Renato Dirnei, Elano Blumer y Diego Ribas) en el mismísimo Villa Belmiro a tan solo dos minutos del final. Aquel partido culminó 1-1 dejando todo abierto para la vuelta en Colombia donde una vez más aparecería la estrella del Once Caldas con un majestuoso gol de tiro libre, una de sus especialidades para sellar el pase a la semifinal.

 - Golazo de tiro libre de Valentierra al Santos de Brasil:

El Once Caldas ya estaba codeándose con la élite de sudamérica, era parte de los 4 equipos que habían clasificado a las semis. Allí lo esperaba otro rival brasileño, otro cuadro con historia y peso en la libertadores, había que jugar contra el Sao Paulo de Rogério Ceni, Cicinho y Luis Fabiano. 74,000 mil almas en Brasil esperaban al sorprendente equipo colombiano, el marco del partido fue opacado por un pobre 0-0 pero para los albos ese resultado valía oro.

La vuelta como siempre en Manizales fue sumamente emocionante, esta vez no dijo presente Valentierra, pero si apareció el equipo. Herly Alcázar puso el primero para Once Caldas a los 27, pero Sao Paulo igualó a los 32; cuando parecía que todo se definiría nuevamente por los penales, Jorge Agudelo puso el 2-1 definitivo y el histórico pase a la gran final nada más y nada menos que contra Boca Juniors.

Clemente rodriguez, arnulfo valentierra y diego cagna en la bombonera - google img

De haber primado la lógica, estaríamos recordando como Boca sumo una estrella más para su rico historial pero esta vez no seria así. Antes de rememorar aquella gran final toca mencionar a uno de los artífices de aquella gesta, el profesor Luis Fernand Montoya,  verdadero líder que supo manejar y sobre todo motivar a un equipo no acostumbrado a jugar este tipo de competiciones. 

El partido en la Bombonera terminó siendo muy táctico, no obstante el equipo dirigido por Montoya logró llegar a la vuelta en Manizales con el cero en su arco. Ahí estaba la clave para intentar la hazaña en casa. Para un equipo como Boca Juniors multicampeón de la libertadores y que contaba quizás con la mejor plantilla de América, con jugadores como "El pato" Abbondanzieri, Luis Amaranto Perea, Guillermo Barros Schelotto, Carlos Tévez, era realmente decepcionante.

El 1 de julio de 2004, el deseo de todo un país se concentró en una ciudad de Manizales vestida de blanco, con la bandera tricolor colombiana flameando junto con los colores del Once Caldas. Se respiraba un ambiente de esperanza, de confianza, con la sensación de que algo grande estaba por ocurrir. El partido empezó con todo, a los 8 minutos del primer tiempo cuando los dos equipos recién empezaban a entrar en calor, Jhon Viáfara se encargó de abrir el marcador con un certero remate de media distancia que puso adelante a los cafeteros. No obstante Boca apeló a su experiencia para ir en búsqueda de el empate, algo que logró al comienzo del segundo tiempo gracias al gol de Nicolás Burdisso.

viáfara peleando el BALÓN contra tevez - google img

Los 90 minutos terminaron con resultado de 1-1 y la tensión llegaba al punto más alto. Era momento de darle paso (una vez más) a la definición por penaltis. Para Boca esta era una instancia conocida, acostumbrados a jugar finales y con la seguridad de tener al Pato en su arco, por lo que parecían favoritos para la definición pero el fútbol es así señores, una caja de sorpresas.

Aquella noche de Manizales el conjunto azul y oro erró cuatro penales, dos de ellos desviados y dos atajados por Juan Carlos Henao, la gran figura y protagonista del partido que le permitió a toda una fanaticada gritar ¡campeón! y desmentir ese mito según el cual el pequeño es incapaz de vencer al gigante. 

Henao, Viáfara, Fabbro, Valentierra, Galván, Montoya, todo un verdadero equipo que supo darle la alegría más grande a Manizales y sobre todo al Once Caldas.


once caldas campeón de la copa libertadores 2004 - google img

Estadísticas del Once Caldas campeón de 2004:

Partidos Jugados: 14
Partidos Ganados: 6
Partidos Empatados: 7
Partidos Perdidos: 1
Puntos Obtenidos: 25
Goles a Favor: 17